La estructura de la iglesia en Isluga se asemeja al patrón constructivo común en el norte del país, conocido como “etno-vernacular andino”. Se cree que data del siglo XVIII, época en la cual la Iglesia Católica intensificó su labor de evangelización hacia las comunidades indígenas del altiplano. El espacio religioso consiste en una nave principal y un campanario ligeramente separado, rodeados por un muro perimetral que rodea un patio. Este muro cuenta con adornos de piedra y se extiende para cubrir una plaza lateral -kancha- de gran importancia para las ceremonias. Originalmente, fuera del patio existían cuatro altares, uno para cada uno de los ayllus aymaras, pero desafortunadamente fueron destruidos. Además de la iglesia, se encuentran una capilla y una sacristía adosadas a ella.