Desde la década de 1830, la ciudad de Iquique constituyó un importante centro de comercialización para el salitre producido en la región. La ciudad, originalmente peruana, fue incorporada a la soberanía chilena en 1880 durante la Guerra del Pacífico. Desde entonces y hasta comienzos del siglo XX, Iquique vivió una época de auge, derivada tanto del crecimiento de la industria salitrera, como de la llegada de inmigrantes nacionales y extranjeros que dinamizaron la vida económica y cultural en la ciudad. La torre del reloj de la plaza Prat, constituye un reflejo del auge alcanzado por la ciudad de Iquique a fines del siglo XIX. Fue construida y posiblemente diseñada por el ingeniero chileno-francés, Manuel Eduardo Lapeyrouse en 1877, e inaugurada en 1879. En 1884, fue ubicada al centro de la Plaza Prat, donde permanece hasta la actualidad. Arquitectónicamente, la torre corresponde a una estructura de pino Oregón en tres niveles escalonados que alcanzan los 25 metros de altura, cada uno de los cuales presenta en sus cuatro caras, arcos ojivales y pórticos.
El estilo empleado combina elementos góticos e islámicos característicos del arte mudéjar, que se pueden observar en las decoraciones en estuco que llenan los espacios libres. En la parte superior de la torre se ubican las cuatro esferas del reloj, máquina que fue traída desde Inglaterra en 1878. En 1987, la Torre del Reloj de la Plaza Prat de Iquique, fue declarada Monumento Histórico por su calidad arquitectónica, reflejo de la época de mayor esplendor de la ciudad. REFERENCIAS: Decreto 00433 (1987) Torre del reloj de Iquique
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